A mar revuelto, ganancia de pescadores. Esta frase, bien podría aplicarse a los tiempos que se viven. La pandemia desató una mudanza sostenida de actividades comerciales a Internet, al tiempo que amplió el mapa de oportunidades para quienes ya conocían el lenguaje del marketing digital.
Abrir el negocio online fue el objetivo número uno de todos los emprendedores que a marzo de 2020 todavía no se habían asomado al mundo digital. Los números así lo reflejan: en 2020 el 89% de las grandes empresas reforzaron su inversión en presencia digital mientras que el 75% de las pymes también hicieron lo propio.
¿Pero cómo lo hicieron?
En medio del caos y la incertidumbre que imprimió la crisis sanitaria durante los primeros meses, en muchos casos, los comienzos digitales fueron inestables e intermitentes, generando acciones débiles con resultados desparejos.
En un mar habitado por peces de todos los tamaños, las mejores chances fueron para quienes profesionalizaron sus estrategias de venta. La mediana y pequeña empresa, que sostiene el valor de ser “atendida por sus propios dueños”, tuvo mucho para resignificar en el 2020.
Algunas empresas funcionaron muy bien con una tienda online, generación de contenido para redes sociales y campañas en Facebook Ads, mientras que otras precisaron de una página web de aterrizaje (landing page) y una campaña de búsqueda en Google Ads.
Por eso, el enfoque profesional de la actividad comercial en Internet, debe centrarse en el desarrollo de un eficiente funnel de marketing.
¿Qué significa esto?
Un funnel de marketing es el proceso automatizado de ventas que recorre un potencial cliente desde que es interceptado por un aviso publicitario hasta que interactúa con la empresa.
El camino que se recorre no es azaroso. Está programado y diseñado para que transcurra de un modo específico. El programador del funnel, pone en marcha ciertas acciones que permiten identificar a los interesados en los servicios o productos de una empresa, acompañarlos y sostenerlos desde el minuto cero hasta la conversión.
La conversión es la acción de valor prevista por la empresa; puede ser una compra, la suscripción a un boletín, el seguimiento en redes sociales o establecer un contacto por WhatsApp, entre otras acciones.
¿Cuáles son las etapas del funnel?
El punto de partida es la puesta en marcha de campañas que atraigan la atención de clientes potenciales. Se trata de mostrar los servicios o productos de una empresa ante un público que ya tenga la necesidad o, según el caso, a una audiencia a la que hay que sensibilizar con los beneficios de la marca.
En este punto, las herramientas privilegiadas son las campañas en Google Ads y Facebook Ads, y el posicionamiento orgánico (SEO).
Si el cliente ya está en la base de datos de la empresa, siempre es bueno volver a llamar su atención para fidelizarlo. En este punto, funcionan muy bien las campañas de email marketing y chat marketing.
Cada una de estas herramientas tiene detalles técnicos en su configuración y seguimiento que serán analizadas por los especialistas. El éxito de este paso reside en mantener un vínculo estrecho entre el desarrollador web y el dueño o interlocutor de la empresa, ya que este último es quien puede transmitir información calificada sobre el ADN de sus productos.
En este mar de datos técnicos digitales no puede faltar uno de los pilares de la comercialización presencial: la lectura de la real necesidad del potencial cliente. De allí surge la información más valiosa para la configuración de las campañas.
Incluso, esta lectura, es la que va a permitir la creación de un aviso publicitario atractivo, que genere interés y ganas de conocer más.
Dar en el clavo con el aviso publicitario sigue siendo el gran secreto de las campañas de marketing digital exitosas. Es el primer contacto que el potencial cliente tiene con la marca y debe ser capaz de generar la acción del click, es decir, el ingreso a una página de aterrizaje (landing page), una tienda online, formulario de contacto, o contacto por WhatsApp.
A partir de ahí, ingresa el equipo de ventas a hacer su trabajo de prospectación y cierre.
Las oportunidades de crecimiento que ofrece el funnel de marketing son múltiples y exponenciales. Es frecuente que quienes ya sortearon la barrera digital se pregunten “¿Por qué no lo hice antes?”.
Cada uno tendrá una respuesta adecuada, lo importante es estar bien calificado para afrontar los desafíos de este 2021 y saber que la mudanza masiva de empresas a Internet seguirá siendo tendencia.
Por lo tanto, se vuelve prioritario implementar una estrategia y prepararse para la competencia digital: cuanto antes se inicie, más económicas y efectivas van a ser las campañas.
¡A no dudarlo más! La carrera digital ya está en marcha.